A nivel latinoamericano, Guatemala es uno de los países más estable referente a la tasa de cambio en comparación con otros países latinoamericanos como: México, Chile, Colombia, Argentina y Brasil, quienes vieron su moneda devaluarse frente al dólar estadounidense, el quetzal guatemalteco no se devaluó ni perdió su poder adquisitivo.
En este artículo se presentarán un análisis de los aspectos que consideramos más relevantes con el objetivo de:
Para iniciar, veamos algunos conceptos:
Un sistema cambiario es el modelo adoptado por la autoridad monetaria y cambiaría de un país, que generalmente es el banco central (Banco de Guatemala), en el cual se desarrollará la política de tasa de cambio en un país.
Es el precio relativo entre la moneda de un país y la moneda de otro país, en Guatemala el tipo de cambio más relevante es el dólar, por eso, éste artículo se enfocará principalmente en dicha moneda.
El Banco de Guatemala diariamente publica los valores de referencia del quetzal con respecto al dólar, dichos valores corresponden al promedio ponderado de las operaciones de compra y venta reportadas por las instituciones que constituyen el Mercado Institucional de Divisas (los bancos, las sociedades financieras privadas, las bolsas de valores, y las casas de cambio) y tiene vigencia a partir de las cero horas del día hábil siguiente al de la fecha de cálculo.
El conjunto de reglas e instituciones que rigen la forma en que se determina el tipo de cambio y, con él, el manejo de las reservas monetarias internacionales se llama Régimen Cambiario.
La teoría económica distingue dos casos extremos de régimen:
En el régimen cambiario fijo se establece una paridad fija e inamovible de la moneda de un país con respecto a otra, mientras que, en el régimen libre o flexible se determina por la interacción de la oferta y demanda de la moneda en el mercado.
¿Cuál de éstos dos regímenes es más conveniente para un país?
La decisión sobre qué sistema cambiario utilizar es un tema no resuelto en la teoría económica, en ambos es fundamental un manejo macroenonómico prudente y estable. En todo caso, en un régimen de tipo de cambiario flexible se pueden absorber de mejor forma los choques externos, ningún sistema asegura la estabilidad y sostenibilidad.
En la práctica, ninguna tasa de cambio es totalmente libre, por lo que, de los dos regimenes principales se derivan las siguientes variaciones:
¿Qué regimen rige a Guatemala?
A partir del 2005 el tipo de cambio es de flotación flexible administrada. El mismo responde a fluctuaciones de la oferta y demanda de divisas, apreciándose ante situaciones de oferta y depreciándose ante mayores demandas. Sin embargo, se permite la participación del Banco de Guatemala mediante una regla objetiva con parámetros precisos que permiten modelar la volatilidad del tipo de cambio.
¿Podemos hablar de algún país que utilice un régimen fijo?
Sí, quizás un ejemplo podría ser Bolivia, donde según los exportadores -debido a la actual política cambiaria- entre 2012 y 2016, dejaron de percibir US$ 1,000 millones, mientras el sector industrial señala que los importadores salen ganando y piden que el tema sea analizado ante la noticia que el gobierno indica que el tipo de cambio seguirá fijo a pesar de la desacelaración en la economía de dicho país.
¿Cómo el tipo de cambio fijo beneficia o afecta la economía del país?
Según el Banco Central de Bolivia, se descartó la modificación del tipo de cambio para evitar procesos inflacionarios en respuesta a la opinión de economistas nacionales que plantearon un ajuste gradual en la política cambiaria del país. El modelo económico del país mantendrá todas las variables macroeconómicas que han permitido a Bolivia tener un crecimiento sostenido. El gobierno de Bolivia no está dispuesto a cambiar a pesar de la desaceleración en el crecimiento económico y los pedidos de los exportadores de un tipo de cambio más flexible que les permita competir en la región.
¿Cómo esto afecta en las relaciones comerciales que tienen con otros países ?
Bolivia ha decidido mantener la estabilidad cambiaria y no seguir el ejemplo de los socios comerciales de la región que devaluaron, provocaron procesos inflacionarios que hicieron que sus monedas cambien, que se aprecien y que, por lo tanto, haya una relación desfavorable en sus tipos de cambio.